Durante años, viví protegida por una armadura invisible. Me volví experta en detectar el peligro, en controlar cada detalle, en mantenerme firme aunque por dentro me estuviera desmoronando. Crecí con heridas profundas, de esas que no se ven pero que moldean todo. El trauma en mi infancia me enseñó a sobrevivir, y para hacerlo, armé mi propia caja de herramientas: la desconfianza, el silencio, el alejamiento emocional. Me sirvieron. Me salvaron. Pero también me encerraron. Hace un tiempo descubrí algo que me dejó pensando: el Efecto Einstellung . En los años 40, un psicólogo llamado Karl Dunker hizo un experimento con una vela, una caja de fósforos y una caja de tachuelas. El reto era fijar la vela a la pared sin que la cera cayera sobre la mesa. La mayoría intentó lo complicado: clavar la vela o pegarla con la cera derretida. Nadie veía lo más simple: usar la caja vacía de tachuelas como soporte. Eso hacemos muchos de nosotros: usamos lo que conocemos , aunque ya no funcione. Repet...
Sobreviví a un trauma que dejó heridas invisibles. Hoy comparto el camino de sanación que me llevó a reencontrarme. Mi historia no es solo mía: es puente, es canal, es ofrenda.